«Pero el escenario se ha diversificado y multiplicado, a partir de la entrada masiva de hijos de trabajadores/as y pobladores/as a la educación superior –sea vía crediticia o de becas (conseguidas no sin miseria, esfuerzo y lucha) –, se ha intensificado aquel proceso donde el antiguo objeto subjetivado del estudio –el campo popular–, se vuelve el sujeto que se reconoce y se estudia a sí mismo. Sin paradojas positivistas. Con posicionamientos claros. Dialogando con nuestra gente nuestros descubrimientos. Tendiendo, sin ambigüedades, hacia la unidad de la teoría y la práctica».
Tenemos el agrado de compartir una columna de opinión escrita por el Núcleo, recién publicada en la Revista de Historia Coyuntura, editada por estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado.
Para más información, las y los invitamos a visitar la página: revistacoyuntura.cl
Hacia la década de 1980 se constituyeron una serie de puntos de referencia disciplinarios que permitieron la emergencia de un nuevo tipo de historiografía: la Nueva Historia Social. La formación del Taller Nueva Historia por parte de estudiantes de la Universidad Católica como Mario Garcés y Pedro Milos y su trabajo en poblaciones y sindicatos; el desarrollo de los estudios del movimiento obrero y el pensamiento socialista de Eduardo Devés y Ximena Cruzat; la divulgación de la revista Nueva Historia de la Asociación de Historiadores Chilenos en el Reino Unido, así como la publicación de Labradores, Peones y Proletarios de Gabriel Salazar, corresponden a algunos de los principales hitos del desarrollo historiográfico durante la Dictadura. En conjunto, articularon toda una constelación historiográfica que, además de realizar importantes avances en el conocimiento del pasado popular, reflexionaron y pusieron en práctica nuevas perspectivas y metodologías en el estudio de lo social, por lo que su aporte no debe ser comprendido solo individualmente, sino como un conjunto de producción histórica que articuló una nueva etapa en el desarrollo de la historiografía local. En efecto, distanciándose de los historiadores marxistas clásicos, los autores de esta corriente comenzaron un proceso de reconstrucción epistemológica de la disciplina, resignificando los paradigmas del análisis histórico estructural en función de entender la historia experiencial de los sectores populares. Lentamente, desde las universidades hasta las organizaciones populares, desde académicos doctorados en el extranjero hasta grupos de recuperación de memoria e historia local levantados por pobladoras y pobladores; la Historia Social –que pone en el centro de la historicidad a las experiencias y proyectos comunes de los sujetos populares para pensar desde ahí la totalidad social–,ha proliferado y se ha vigorizado en el campo de batalla de los saberes sociales.
Pero el escenario se ha diversificado y multiplicado, a partir de la entrada masiva de hijos de trabajadores/as y pobladores/as a la educación superior –sea vía crediticia o de becas (conseguidas no sin miseria, esfuerzo y lucha) –, se ha intensificado aquel proceso donde el antiguo objeto subjetivado del estudio –el campo popular–, se vuelve el sujeto que se reconoce y se estudia a sí mismo. Sin paradojas positivistas. Con posicionamientos claros. Dialogando con nuestra gente nuestros descubrimientos. Tendiendo, sin ambigüedades, hacia la unidad de la teoría y la práctica.
Con rigor disciplinar y con posicionamientos políticos, una nueva generación de estudiantes nos hemos apropiado de nuestra historia, mirando al pasado a través de los métodos y proposiciones teóricas que la Nueva Historia Social y las Ciencias Sociales en general nos han proporcionado. Una larga lista de tesis y escritos, así como diversos proyectos de historia local, memoria histórica y acción cultural que se han desarrollado en espacios no universitarios sobre nuestra historia, así (nos) lo comprueban. No podemos decir que los avances hayan sido pocos.
En virtud de lo anterior y ante la necesidad de un espacio dedicado al desarrollo y cultivo de la Historia Social Popular, un grupo de profesores y estudiantes del Departamento de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile, convocaron el pasado viernes 8 de abril de 2016 a los/as estudiantes interesados en el área para discutir y delimitar la naturaleza y aplicación de una idea: reinstalar a la Historia Social Popular en la universidad. Asistiendo estudiantes de todos los niveles y discutiendo en asamblea para deliberar el sentido y los objetivos de la naciente colectividad, nos decidimos a formar el Núcleo de Investigación en Historia Social Popular y Autoeducación Popular, proyectándolo como un espacio dedicado a la investigación, autoeducación y extensión, a través de los espacios y roles que, tanto como estudiantes y académicos/as, así como trabajadoras y pobladores del Chile actual, ocupamos en las luchas sociales que la clase popular lleva a cabo hoy en día.
Hemos realizado hasta la actualidad un trabajo constante y profuso de autoformación disciplinar y de debate político, como también nos hemos abocado a la formulación de proyectos bajo una perspectiva crítica sobre la extensión universitaria, para desarrollar tanto al interior de la universidad como fuera de ella. En particular destacamos el trabajo conjunto que realizamos como Núcleo para el de desarrollo del libro 4 de Agosto. Testimonios de una revuelta popular, con el objetivo de ir construyendo un Archivo del Movimiento Popular que aporte al rescate, sistematización, resguardo y puesta en valor de nuestra memoria (libro que contó con la participación horizontal y comunitaria de la mayor parte de los miembros del Núcleo, tanto para su construcción como para su financiamiento). En tal proceso nos hemos afianzado y conocido como compañeros y compañeras, y nos preparamos para continuar el trabajo y formular nuevos propósitos.
De ahí que actualmente estemos trabajando en la planificación de las VII Jornadas de Historia Social Popular que se realizarán los días 27 y 28 de octubre, en la futura revista del Núcleo, así como también proyectamos la creación de un repositorio digital que tiene como objetivo, a largo plazo, constituirse en un importante archivo del Movimiento Popular en Chile. Además, desde octubre a diciembre estaremos organizando el Seminario abierto “Reconstruyendo (nos): Batallas, balances y proyecciones de la Historia Social Popular en Chile”.
Esperamos poder realizar estos y otros proyectos. Continuaremos trabajando por una historia y una educación desde y para la clase popular. Todos nuestros esfuerzos van en ese sentido. ¡Les esperamos en nuestras actividades y espacios!
Núcleo de Historia Social Popular y Autoeducación Popular – U. de Chile