04 de agosto en Peñalolén, testimonio de Guillermo González Castro (Mutual de Lectura MPL)

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Cuando muere alguien no afecta solo a la familia, afecta a todos los que luchan. Nosotros sabemos que no son balas locas, son advertencias. No te matan por casualidad, conocemos el gatillo fácil que tiene la policía acá en Peñalolén”.

 

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(Guillermo González Castro es militante del Movimiento de Pobladoras y Pobladores en Lucha, dirigente social y presidente del Partido Igualdad, además es candidato a Alcalde por la comuna de Peñalolén).

Las barricadas se levantan en las calles para impedir el paso de la represión y violencia a nuestras poblaciones. Cada acción debe estar respaldada por equipos y preparada con días de antelación. Juntar material combustible, asegurar inflamables y sobre todo resguardar la seguridad de las personas. Las poblaciones se movilizan por su defensa, por la exclusiva seguridad de sus personas, luego la prensa burguesa dirá lo que siempre dice. El último antecedente importante ocurrió el año 2005. Ese 11 de septiembre, durante una protesta, se quemó el SAPU de Lo Hermida que funcionó durante años como centro de operaciones para las fuerzas especiales de Carabineros, quienes practican en las noches de protesta todas sus tácticas de guerrilla urbana. Esa misma noche Cristián Castillo, de 16 años, murió alcanzado por una “bala loca”, en Los Altos con Las Parcelas, como repitiendo un tenebroso ritual que exige la sangre de niños para contentarse -veinte años atrás fue asesinado en Américo Vespucio el Peyuco, Pedro Mariqueo, de 16 años-. En este contexto adquieren una importancia vital para la paz las organizaciones vecinales, barriales, e incluso gremiales que influyen en un territorio determinado.

Las primeras manifestaciones públicas del movimiento estudiantil empezaron en mayo. Cada año los niños de Chile festejaban su curva de lucha que moría en diciembre, sin alcanzar algún cambio institucional significativo. Dejaban los pies en la calle y sus libros en casa, aprendían a organizarse en asamblea y armar barricadas. Para Julio de ese año ya habían sacado a marchar a cientos de miles de personas, contaban con la aprobación de todo el pueblo de Chile, incluso obligaron a reaccionar a ciertos diputados en contra de las infiltraciones de carabineros en marchas y contra las inhumanas declaraciones del entonces ministro de salud Jaime Mañalich, que insultó a los estudiantes secundarios que mantenían una huelga de hambre por la educación. Así pilló el invierno a una sociedad abusada y asustada, acostumbrada a los bajos sueldos y a pagar por todas las necesidades básicas del ser humano. Muchas mamás y algunos papás pasaron gradualmente de aprobar la lucha estudiantil a querer participar -de nuevo- y ser actores -reciclados- de los cambios sociales que vivía el país. Así llegó el 4 de agosto, con dos marchas estudiantiles censuradas por fuerzas especiales de Carabineros, y como consecuencia una jornada nocturna de cacerolazos y barricadas. Para ese día Guillermo González acumulaba cientos de cuadras bajo sus pies. Había pasado los últimos meses juntando firmas para lograr la victoria popular más grande de la historia reciente, en lo que pasó a la historiografía como el “Plebiscito de Peñalolén”, donde las organizaciones de la comuna derrotaron a la ambición patológica de las grandes inmobiliarias encarnadas en la persona de Claudio Orrego Larraín, hoy intendente de la Región Metropolitana y entonces Alcalde de Peñalolén.

Gentrificación es el nombre dado al proceso de transformación urbana mediante el cual una población determinada de un sector es progresivamente desplazada por otra, de un mayor nivel adquisitivo. Esto es inevitable cuando los grandes propietarios de la tierra son puestos en libre competencia con los pequeños propietarios, y cuando el capital inmobiliario destina parte de su inversión para influir en los órganos estatales que administran el crecimiento y desarrollo de una ciudad o de cualquier lugar habitado. En forma paralela, es común que estas tierras sufran deforestación y contaminación. Pues bien, todo esto pasó en Peñalolén de forma ininterrumpida hasta el año 2011, cuando el Movimiento de Pobladoras y Pobladores en Lucha (MPL), mediante su concejalía popular, se informó del nuevo plan regulador que destinaba el uso de suelo para edificación densificándolo en 1.600 habitantes por hectárea -siendo la más densa, de 450 h/h, una zona de equipamiento deportivo con canchas y plazas-. En el sector Las Perdices se expropiaría parte del canal para abrir una calle que uniría La Reina con La Florida, lo que suministraría una vía rápida entre la zona oriente con los condominios proyectados por las inmobiliarias Casa Grande, Aconcagua y Crillón. Además implicaba expropiar todos los predios que dan a dicho canal, entre ellos 90 sitios, el colegio San José Obrero y la capilla San Marcos.

Las inmobiliarias mencionadas tenían a la fecha más de 560 hectáreas de Peñalolén en su poder -más del 80 por ciento de los terrenos habilitados para construir viviendas en la comuna- y el nuevo PRC les aseguraba más plusvalía y conectividad. Esta decisión fue informada por Orrego Larraín al concejo municipal, y socializada a la población por el equipo de la concejalía popular, a cargo de Lautaro Guanca y Guillermo González. De inmediato se tomaron acciones para frenar el plan regulador, tarea que requería la suma de todas las fuerzas sociales. Por lo que el primer paso fue conformar un “Consejo de Movimientos Sociales”, como un ejercicio de autogobierno que le hiciera el peso al gran capital representado por el concejo municipal. “Si bien nosotros reconocemos la importancia de que nuestros dirigentes se presenten en las elecciones para tener alguna incidencia dentro del concejo municipal, no reconocemos este espacio como un órgano de autoridad para los pobladores. Así que levantamos el Consejo de Movimientos Sociales, que es un consejo permanente de dirigentes sociales que tienen representatividad en las bases, con un poder real”. El segundo paso fue solicitar un plebiscito amparándose en la Ley 20.500, que estipula que reuniendo el 5% de las firmas de los votantes de la comuna, se puede llamar a consulta. La iniciativa definía tres preguntas: la apertura vial del canal Las Perdices, la densificación del borde Vespucio y la utilización del suelo del ex terreno de Miguel Nasur.

El año 2011 la comuna vivió un profundo proceso de educación popular que comenzó con la socialización de la información del plan de Orrego Larraín, continuó con la recolección de firmas a contrapelo de la desinformación que emanaba del municipio y culminó con una gran campaña informativa que incluía talleres prácticos de cómo votar, ya que gran parte de la población se mantenía en un estado de completa ignorancia respecto a sus derechos y deberes cívicos. “Teníamos harta pega. Es complicado educar a tus vecinos cuando tienes a un monstruo como el municipio, con todos sus recursos y su personal, en contra de tu propuesta. Además la gente es institucionalista y cree en lo que dice la autoridad, cree en lo que dice el profesional. Pero nosotros les enseñamos a confiar en la fuerza de la población organizada, y lo supimos demostrar con hechos aquel año que el lápiz fue nuestro fusil. Y todo eso sin abandonar el trabajo con las asambleas de vivienda, recuerdo que ese año ganamos los subsidios habitacionales para dos asambleas del movimiento”. Además la coordinación con otras fuerzas sociales a través del “Consejo de Movimientos Sociales” invitaba al MPL a estar en plena sintonía con los tiempos de los movimientos estudiantiles y sindicales. Por lo que el invierno llegó con marchas, cacerolazos y barricadas nocturnas. En medio de esa lucha titánica contra uno de los sectores más poderosos del capital, Guillermo salió con su orga a defender la pobla, todas las victorias habidas y por haber.

* * *

El estómago de Víctor Neira comenzó a revelarse a eso de las 9:00 am, luego del café de la mañana. Había pasado las últimas horas de la noche anterior pegoteando con saliva una tesis increíble, para defender a un hombre impecable. El fracaso no lo asustaba tanto como el ridículo, y no hay jerarca más déspota que el miedo. Respiró profundo, ordenó sus papeles y se preparó para salir a hacer su Show. Se sentía como un viejo animal de circo, condenado para siempre a vomitar. Esta vez venía a hablar de otro pan de Dios: impecable su hoja de vida, impecable su jardín, y, desde luego, impecable su calificación como policía. Pero nada de la basura que deslizó en tribunales fue suficiente, ninguna de sus laboriosas mentiras tocó buen puerto, todo su esfuerzo se redujo a nada cuando el Sargento Millacura, piedra plateada, declaró haber disparado en diagonal hacia la pasarela, contradiciendo su primera versión, la del disparo al aire. Esa estupidez equivalía a renunciar a la apelación, era como casi dar a entender que oscuramente los testigos civiles podían no estar mintiendo. Superado por el miedo, Víctor Neira renunció.

Los niños se sorprenden y son curiosos. Un niño puede estar quince minutos viendo girar una lavadora, o bien lo que nosotros conocemos por lavadora, que cumple la tarea reproductiva de lavar ropa. Para él “la lavadora” constituye solo la base del mundo que ante sus ojos se despliega. Pues bien, eso era Manuel Gutiérrez. Un niño mirando girones de ropa subir y bajar, correr y enfrentarse a la vida que se impone, gente agitada por un fuego interior inexplicable y hermoso. Manuel tan solo miraba, intentaba entender.

“Esa noche recorrí gran parte de la comuna participando en las manifestaciones, por lo que llegué cansado a mi casa. Cuando me despiertan temprano contándome la noticia. Lo mataron a metros de mi casa. Al otro día fuimos a ver a la familia para ayudar en lo que pudiéramos. Cuando muere alguien no afecta solo a la familia, afecta a todos los que luchan. Nosotros sabemos que no son balas locas, son advertencias. No te matan por casualidad, conocemos el gatillo fácil que tiene la policía acá en Peñalolén. Los ricos y los poderosos no solamente te persiguen, no solamente te encarcelan, no solamente te sumen en la pobreza, también están dispuestos a matarte. Pero nosotros no les tenemos miedo, somos de una generación que no nos asustan, digan lo que digan, hagan lo que hagan, vamos a pelear igual”.

Luego de años sin verse enfrentada a un gobierno de ultra derecha, la CUT convocó a un paro los días 23 y 24 de agosto, decisión que fue respaldada por la CONFECH y por el movimiento de estudiantes secundarios. Durante la noche las poblaciones de todo Chile se alzaron y fueron partícipes de una curva que venía ya en declive, al costo de la vida de otro niño muerto por la democracia chilena. El ciclo de lucha estudiantil tenía fecha de cierre para diciembre, luego saldrían electos diputados los dirigentes universitarios Camila Vallejos, Gabriel Boric y Giorgio Jackson, pero los estudiantes del país continuarían pagando por una educación deficiente. Aunque para los pobladores de la comuna de Peñalolén el ciclo iba en ascenso.

“Con movilización permanente, hicimos diferentes cortes de calles, en las avenidas principales, hicimos una marcha desde Peñalolén hasta el ministerio de vivienda y la Moneda. Juntamos más de 5 mil firmas, las protocolizamos para darles validez jurídica, las llevamos ante notario y pagamos 3 millones de pesos por ese «trámite»”. La respuesta de Orrego fue desestimar estas firmas y envió un oficio a la Contraloría para impugnarlas con el objetivo de retrasar el referéndum y que no se realizase antes del 2014, debido a que el 2012 era año de elecciones municipales y el subsiguiente presidenciales, y la ley establece que no se pueden efectuar plebiscitos en años electorales. “En respuesta nosotros hicimos constantes cortes de calle en la comuna, algunos dirigentes nos colgamos de los puentes, y finalmente fuimos a Contraloría General de la República con un grupo de pobladores a exigirle a Ramiro Mendoza que se pronunciara pronto. Él le dijo a Orrego que eligiera la pregunta, acotando la decisión a un sí o un no”. Así la iniciativa original de los vecinos terminó siendo cooptada por una consulta: ¿Aprueba o rechaza la propuesta de modificación de Plan Regulador de Peñalolén?

“Nosotros trabajamos igual como se trabajó contra la dictadura, cuando nos tocó decirle NO al dictador, ahora le dijimos NO a la inmobiliaria. Una de las mejores alianzas fue la alianza entre pobladores y estudiantes, donde un grupo de estudiantes supo ponerse a disposición del trabajo que estábamos realizando los pobladores. También se logró el apoyo de organizaciones que no eran de la comuna”. Lo que no habría sido posible sin el esfuerzo llevado a cabo en años anteriores, materializado en la Federación Nacional de Pobladoras y Pobladores (FENAPO). Con el terremoto del año 2010 hizo crisis la problemática de la vivienda en Chile, y distintos actores del mundo poblacional salieron a encontrarse para formar una gran coordinación nacional de allegados y deudores habitacionales. Y a poco andar descubrieron que no solo tenían reivindicaciones sociales por vivienda, sino que también eran productores sociales del hábitat.

“Llegó un momento en que salía a la calle y me encontraba con afiches “vota NO” escritos a mano, y entendí que la campaña había desbordado, y esa fue la señal que indicó que íbamos a ganar. Y aunque los plazos legales para la campaña eran sólo durante el mes de noviembre, la municipalidad hizo durante todo el año cabildos informativos, pero nunca informaron de manera completa, siempre con omisiones. Entonces nosotros llegábamos y completábamos la información que daban ellos. No se nos pasó ninguno, incluso los que hacían, de manera prejuiciosa, los domingos por la mañana. El municipio se centró en las poblaciones donde el PRC no iba a afectar mucho, pero nosotros logramos despertar la solidaridad de clase en estos barrios, haciendo que los vecinos se pusieran en el lugar del otro. Incluso un grupo de comerciantes nos donó bastante propaganda, ellos sabían que con toda esta modificación del PRC también desaparecerían una cantidad importante de comerciantes de la comuna. Ellos se juntaron de forma secreta, por miedo a que les cerraran los negocios, y en secreto hablaron conmigo y me entregaron harta propaganda que habían mandado a hacer”.

El día 11 de diciembre del 2011 Las mesas de votación estuvieron abiertas entre las 7:00 y 17:00, y estuvieron repartidas en 12 locales. Ganó el NO con 36.336 votos contra 33.404. Ese día el MPL, la FENAPO, el Partido Igualdad, el Consejo de Movimientos Sociales de la comuna y todo el pueblo de Chile se anotó una victoria contra la clase política y los grandes capitales que oprimen al país.

¡ARRIBA LAS Y LOS QUE LUCHAN!

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